Tu y yo. Dos seres destinados a nunca encontrarse...que se encontraron.
Entonces yo me enamoré, tu me conociste, yo te conocí y vi que eres maravilloso, tu me conociste y viste que soy lo peor que podrías haber encontrado. Y me dejaste.
Tu eres guapo, muy guapo, demasiado.
Con unos ojazos verdes chiquititos que hacen que pierda el sentido.
Unas manos firmes y seguras a las que puedo llamar hogar. Un cuello perfecto y un hombro en el que me gusta dormir de vez en cuando. Me gusta tu cara con barba aunque me pique cuando te bese, y también sin barba, suave como las caricias que me regalas cuando no puedo dormir.
Me dices cosas bonitas todo el rato, nunca te he visto gritarme ni alterarte estando yo cerca. Eres amable, generoso, comprensivo, atento, delicado y humano conmigo. Eres lo que he buscado desde que tengo uso de razón.
Eres el ser mas perfecto que pisa el planeta, y no quiero que desaparezcas.
Yo, en cambio, soy torpe, descuidada, desconfiada, con marcas en las muñecas de por vida y ropa vieja tres tallas más (antes no era así de delgada, ni tenía este pelo tan largo y liso).
Soy independiente, orgullosa, sensible (demasiado), sarcástica a más no poder, fría, y con más miedos que virtudes.
Pero no creo que cambie.
Dicen, que el carácter de una persona se forma cuando esa persona es pequeña. Y que el carácter se forma gracias a las personas que tiene alrededor y de las cosas que le suceden.
Quien diga eso tiene toda la razón.
Si, yo soy así por culpa de mi pasado. Por culpa de todo lo que he tenido que vivir. Por culpa de todas las noches que he pasado en vela llorando, pidiendo a un dios (si es que lo hay) clemencia y misericordia, porque se ha cebado conmigo y yo no he hecho nada a nadie.
Ha llegado un punto en que no se como sonreír, no se lo que significa felicidad ni lo que significa tener a gente que de verdad te quiere y se preocupa por ti a tu lado.
Yo no lo se. Pero tu me has devuelto las ganas de vivir y de sonreír. Me haces feliz en tantos niveles que se que algúndía mi corazón explotará.
Te quiero, te quiero y te quiero.
Muchísimo.
Solo quiero que no lo olvides. Porque ahora mi cordura y mi vida dependen de ti. Sin ti, estoy segura de que yo no seguiría aquí.
Te lo debo todo y estoy orgullosa de ello.