Ilusos

Cuando mi profesora de filosofía pregunta por un conocimiento universal yo pienso en el amor; La mentira mas grande que puede existir.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Discusiones volcánicas.

Nunca en mi vida.
Nuca jamás voy a ser capaz de encontrar a una persona a fin a mi.
Ni chica ni chico.
Estoy maldita. Encantada. Y creo que el hecho de que la cabeza me vaya a estallar de un momento a otro es lo único que me consuela.
¿Y si dejase de existir?
Encontraría la paz que tanto añoro.


¿Soy drástica? ¿Melodramática?
Si. Pero eso no significa que no esté sufriendo. Y que nadie puede ayudarme.

Nadie.

O si. Pero ese alguien no sabe de mi existencia. Ese alguien vive a miles de kilómetros y me hace terriblemente feliz solo el hecho de pensar en el.

domingo, 22 de febrero de 2015

Se que no soy suficiente para ti. Lo estoy intentando.

Tu y yo. Dos seres destinados a nunca encontrarse...que se encontraron.
Entonces yo me enamoré, tu me conociste, yo te conocí y vi que eres maravilloso, tu me conociste y viste que soy lo peor que podrías haber encontrado. Y me dejaste.

Tu eres guapo, muy guapo, demasiado.
Con unos ojazos verdes chiquititos que hacen que pierda el sentido.
Unas manos firmes y seguras a las que puedo llamar hogar. Un cuello perfecto y un hombro en el que me gusta dormir de vez en cuando. Me gusta tu cara con barba aunque me pique cuando te bese, y también sin barba, suave como las caricias que me regalas cuando no puedo dormir.
Me dices cosas bonitas todo el rato, nunca te he visto gritarme ni alterarte estando yo cerca. Eres amable, generoso, comprensivo, atento, delicado y humano conmigo. Eres lo que he buscado desde que tengo uso de razón. 
Eres el ser mas perfecto que pisa el planeta, y no quiero que desaparezcas.


Yo, en cambio, soy torpe, descuidada, desconfiada, con marcas en las muñecas de por vida y ropa vieja tres tallas más (antes no era así de delgada, ni tenía este pelo tan largo y liso).
Soy independiente, orgullosa, sensible (demasiado), sarcástica a más no poder, fría, y con más miedos que virtudes.
Pero no creo que cambie.

Dicen, que el carácter de una persona se forma cuando esa persona es pequeña. Y que el carácter se forma gracias a las personas que tiene alrededor y de las cosas que le suceden.

Quien diga eso tiene toda la razón.

Si, yo soy así por culpa de mi pasado. Por culpa de todo lo que he tenido que vivir. Por culpa de todas las noches que he pasado en vela llorando, pidiendo a un dios (si es que lo hay) clemencia y misericordia, porque se ha cebado conmigo y yo no he hecho nada a nadie.
Ha llegado un punto en que no se como sonreír, no se lo que significa felicidad ni lo que significa tener a gente que de verdad te quiere y se preocupa por ti a tu lado.
Yo no lo se. Pero tu me has devuelto las ganas de vivir y de sonreír. Me haces feliz en tantos niveles que se que algúndía mi corazón explotará.
Te quiero, te quiero y te quiero.
Muchísimo. 
Solo quiero que no lo olvides. Porque ahora mi cordura y mi vida dependen de ti. Sin ti, estoy segura de que yo no seguiría aquí. 
Te lo debo todo y estoy orgullosa de ello.

sábado, 21 de febrero de 2015

Nobody does

No se por qué me engaño.
No soy importante, para nadie.
Si un día desapareciese (para no volver) estoy segura de que nadie movería un dedo para buscarme, nadie gastaría su tiempo y sus esfuerzos en buscarme. Quizá se preguntarían donde estoy. 
Pero nada más.


Nadie me presta atención. A mi me parece que todo el mundo está hablando de mi o criticándome o fijándose en lo que hago o no hago...pero la verdad es que no, nadie se fija en mi, nadie pierde ni un segundo en mi.
Y no se si es peor que hablen mal de ti a que no lo hagan en absoluto.

Ser invisible es un poder que yo ansiaba tener hasta que me di cuenta de que en realidad ya lo soy. Solo que materialmente.
Nadie se acuerda de mi nombre.
Nadie quiere llegar a conocerme o a entenderme de verdad.
Son unos superficiales de mierda.
Pero supongo que me da igual.
O no.
No se. Yo ya no se nada. La gente me sorprende tanto que a veces no se si reír o llorar. Y es que en las últimas semanas los resultados han sido contrarios a todo lo que yo esperaba, si esperaba tener buena nota era mala, si esperaba suspender aprobaba, si esperaba que se lo dijese a todo el mundo y que todo el mundo me juzgase no lo hizo. 
Y no se que esperar al respecto.

Estoy desorientada, aburrida, deprimida, triste, cansada, torpe y desmedida.

Quiero un cambio de aires.
Se perfectamente lo que quiero pero no tengo los medios para llevarlo a cabo.
Y eso me frustra tanto que a veces hasta me duele.


Lo único que quiero está al otro lado del charco y ni siquiera sabe que existo y que le amo tanto que algún día mi corazón explotará. 

miércoles, 11 de febrero de 2015

Negro.

Supongo que ser una mala persona ayuda a que te sientas mal, horrible y que la vida te vaya tan mal que tengas ganas de suicidarte.
Yo soy una persona horrible, aunque os digan que no, lo soy.
Hago daño a la gente que me rodea, estropeo todo lo que toco, soy torpe y acabo convirtiendo los riesgos en accidentes fatales. Accidentes fatales para la gente que me rodea o para mi.

Y no se cuando me afecta más.

No puedo concentrarme en nada, mi mente viaja a kilómetros de aquí mientras me pregunto por qué lo hice. Por qué fui tan estúpida.
Dicen que los errores nos ayudan a madurar y a cambiar, a ver las cosas de otro modo, pero no lo creo. Los errores lo único que hacen es recordarnos cuan ingenuos somos y cuan estúpidos somos. Creemos que lo sabemos todo, que conocemos a ciertas personas pero no. 
Tampoco somos conscientes de nuestros actos ni del mal que causamos.
Somos seres egoístas.

Todo es fiesta (o tanta fiesta) hasta que hacemos algo que hace daño a alguien (ya sea mal físico o psicológico) y, solo los que tienen conciencia, tratarán de enmendarlo; puede que salga bien y todo se solucione o puede que salga mal y sufras el resto de tus días hasta que lo olvides o el dolor te acabe comiendo.

Y es que no hay peor cosa que tene una conciencia que no se calla. Que te recuerda a todas horas lo asquerosa que eres, lo asquerosa que has sido y lo mal que lo hiciste.
Comienzan los lloros, las ganas de morir, la apatía y el dolor. Maldito dolor. Es tan fuerte, a veces, que no te deja dormir, ni vivir. ¿Y qué se supone que debes hacer?
Pues aprender a vivir con el.
Hasta que llegue un momento en el que se haga tan tuyo que ya ni diferencies los grados de dolor.
Y es entonces cuando viene la desgracia, los impulsos y las ganas de acabar con todo.
Cuando todo a tu alrededor es negro, lo único que puedes hace es fundirte con ello y dejarte llevar.

jueves, 5 de febrero de 2015

Desahogarse el peor día del año.

Y todos los males que me pasan (o casi todos) son por mi culpa. Por mi inocencia y mi despreocupación. 
El problema es que quiero ser igual de perfecta e igual de inteligente que los de mi alrededor y me autoengaño pensando que lo soy, a veces incluso más, cuando no es cierto. Ni lo soy ni lo seré.
Ahora vivo en una tortura perpetua y no creo que se marche fácilmente. No creo que la cara vuelva a su color natural, ni que yo pueda volver a dormir o a pensar en otra cosa que no sea eso.
Soy mediocre, fea, torpe, con una voz que da asco, imprudente, extraña, demasiado sensible y mentirosa.
Si, lo tengo todo. 

Supongo que escribir esto me ayuda a desahogarme pero no quita el hecho de que mañana y el resto de los días hasta Mayo la gente me mire y susurre, me mire y comente.

No puedo parar de pensar en ello, y me está matando. 

Creo que nunca volveré a ser la misma ni caminaré igual que antes. Ahora me esperan noches en vela, días se sangre y sufrimiento, más tortura.

¿Si dejo de comer crees que me haré invisible? 


Ahora.

¿Nunca has decepcionado a nadie? ¿Nunca te han dado ganas de ponerte a llorar en público como si nada?
¿Nunca has sentido tanta verguenza que la cara en vez de roja te ha explotado directamente?
¿Nunca has sentido que quieres desaparecer porque los comentarios que la gente susurra alrededor sobre ti te hacen daño? ¿Nunca?

Yo hasta el día de hoy nunca había tenido que pasar por nada de todo ello.
Y mira que yo he pasado por miles de situaciones... Hasta hoy. Hoy ha sido un mal día. Y encima yo soy gilipollas. Intento enmendarlo y lo hago aún peor. Creo que si me cosiese las manos al cuerpo la vida me iría mejor.

No hay nada peor como decepcionar a alguien, y más sabiendo que importas a esa persona y esa persona te importa.
Pero tu no sabías que te importaba tanto hasta que la cagas y te quieres morir.

Pero todo el mundo susurra alrededor y comenta, aunque a ti te de igual lo que comenten, molesta.

Y no tienes ganas para nada, ni para estudiar los dos exámenes que tienes al día siguiente, ni para ver un capítulo de tu serie favorita, ni para escribir, ni para comer. Solo quieres tumbarte en la cama, llorar y pensar en lo gilipollas que eres. Porque en este mismo momento es lo que eres. Y no hay vuelta atrás. 
Algunas veces, decir lo siento no arregla nada, ni siquiera la conciencia.

lunes, 2 de febrero de 2015

Las palabras que me perforan el pecho.

No somos perfectos. Nadie en el mundo es perfecto aunque haya personas parecidas a la perfección, o al ideal que tenemos nosotros de perfección.

Yo he cometido errores, soy la persona más imperfecta de este planeta, lo se. Los errores que cometo fácilmente tienen solución pero creo que te estás pasando.

Insultarme sin venir a cuento, llamarme de todo solo por mis gustos o preferencias para luego decir que eres mi amiga. ¿Que concepto tienes tu de amistad?
Luego te sorprendes de que la gente no te dirija la palabra...
En fin.
Se que te he hecho daño en el pasado y que difícilmente puedo enmendarlo pero no creo que me merezca todo lo que me dices. Creo que no me merezco tanto dolor. Me haces daño y te da igual.
La culpa es mía por no pararte. La culpa fue de María por no pararte a tiempo. Haces lo que quieres con las personas.
Ahora entiendo a María y se por qué se separó de ti. Eres mala. Muy mala.

Pero pienso ponerle fin a ello.
Porque si no veo que esto va a acabar mal. 
Se que me calificarás de borde y dirás todo lo que no me dices a la cara a las espaldas pero supongo que me da igual.
¿Una más que me odia? Bien.