Y mucho menos conmigo.
Siempre me insultas, me criticas, pones caras raras cuando tengo una opinión distinta a la tuya y encima te enfadas porque pongo caras raras. Ajá.
No se, yo me enfado cuando discuto con alguien por algo IMPORTANTE, no por gilipolleces (como esta).
Quieres hacerme quedar como una mala persona y tu la buena pero no es así.
El problema es que yo no te sigo como un perrito faldero, no te atosigo a todas horas preguntándote que te pasa porque a mi no me gusta que me lo hagan, ya sabes el dicho: haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti.
Yo nunca te sigo en tus reivindicaciones y en tus quejas. Puede que no ponga cara de asco, pongo cara de resignación porque tú estás siempre quejándo de todo cuando tienes una buena vida (yo te la cambiaba sin pensar), mientras tanto hay gente que lo está pasando muy mal y no se queja, porque no quiere amargar a la gente.
Tu siempre te has peleado con todo el mundo, piensa, será por algo ¿no?
El problema no son mis caras el problema es que no te gusta que te discutan, no eres racional ni justa por mucho que digas que sí.
El otro día, por ejemplo, dijiste que habría que pegar a un chico de clase solo porque a ti te cae mal ¿Y luego vas a las manifestaciones sobre la guerra de Siria?
FALSA.
Eso es lo que eres. Lo que haces se contradice todo el rato y es normal que ponga caras raras.
Pedirte perdón e intentar arreglar las cosas no ha sido porque me importes, ha sido por ella, ella está en medio y no quiero que sufra ni que esté incómoda.
Ella si que es lo que llevo buscando toda mi vida. Tu...bueno, tu eres idiota y pronto te darás cuenta.
Dime si no por qué nadie de clase te habla. Dime por qué te has dejado de hablar con tantísima gente que antes era tu mejor amiga, dime.
No hace falta que lo digas, tu y yo lo sabemos. No vas a cambiar pero yo no seré la que te ayude a cambiar. Juzgas a la gente por tener personalidad y ser coherente.
