The voice that lights my road

-Una voz bonita.

-¿Que? 

-estoy respondiendo a tu pregunta.

Hace años mi madre me llevó al psicologo porque segun ella estaba muy deprimida. Pero yo de aquello no me acuerdo, solo recuerdo la ultima pregunta que una mujer con bata, muy bajita, me hizo: ¿Hay algo en ti que te gustaría cambiar?

Y tardé en responder. Y ciertamente no entiendo por qué cuando cualquiera que me conoce de verdad sabría la respuesta.

Me gustaría tener una voz bonita, una de esas que te hacen enamorarte al instante incluso sin ver a la persona, una de esas que cuando suenan todo el mundo las sigue como hipnotizados. 

Todo el mundo dice que mi voz es diferente. Oh si lo es.

Mucho.

Pero no me gusta.

Y ahora que tras 17 años he encontrado mi vocación no se si podré dedicarme a ella.

Y es que en noches como esta me doy cuenta de cuanto voy a tener que seguir luchando en la vida si de verdad quiero conseguir mi meta.

Que estos años no han sido nada con el calvario que me espera. ¿Pero sabes qué?

Yo nací para pelear por las causas perdidas. Bueno, no serán perdidas si hay una idiota luchando por ellas.

Aunque solo tres personas confíen en mi, se que esas personas NUNCA me van a fallar.

Oh, y tambien me gustaría cambiar mi nacionalidad. Hubiera matado por haber nacido en el seno de una familia Inglesa o Americana, en serio.

¿España? No, gracias.

Miserable

A las personas nos gusta engañarnos y pasamos la vida engañados. Así nos va.

Pero hay veces, que llega el momento en el que te das cuenta de que eres fea tanto por dentro como por fuera. Te das cuenta de que nunca nadie te va a llegar a querer de verdad. Nunca. Siempre vas a estar sola con tus pensamientos delirantes y tu mente atormentada.

¿Es horrible? Si. Y mucho. No sabes lo que duele hasta que lo sientes en tus propias carnes. Y es que yo opino que no hay sentimiento peor que el de sentirte no querida: todos te miran con mala cara cuando pasas, los chicos te toman el pelo o se rien de ti y las chicas piensan que eres de todo menos bonita y simpatica. Con esos dientes torcidos, esos ojos vizcos y esas cejas siempre tristes... Pero al llegar a casa las cosas no son mucho mejor. A veces peor.

Todo mejora cuando enciendes el ordenador o el movil y ves sus caritas sonrientes, sus videos o cualquier mensaje que te alegra la vida.

Y es que ellos son mi luz entre tanta oscuridad. Por eso soy capaz de todo cuando se trata de ellos. Casi todo lo bueno que hay en mi vida tiene que ver con ellos, por muy patetico que sea a mi me parece la cosa mas adorable del mundo. 

Hold on, baby, i'm falling down

¿Nunca te ha pasado? Te despiertas en mitad de la noche por culpa de un sueño (o pesadilla) que te deja con malos sentimientos. 

Y luego no puedes dormir. 

O si. Depende de lo cansado que estés.

Y te pones ha hacer cosas. Porque el insomnio es muy malo, pero menos que las noches de verano. 

Entonces lees, escuchas música, te metes en las redes sociales, subes y bajas todo el rato la persiana porque no está bien colocada, comes o bebes algo, te pones a pensar y a filosofar y...acabas llorando por una cosa o por otra. Y te das cuenta de que la vida no es una puta sino que tu vida es una puta. Y sigues llorando. Pero los minutos avanzan lentamente. Y tu te ahogas. 

Te vistes y sales a dar una vuelta. No hay nadie por la calle. ¡Normal! ¿A estas horas quien va ha haber?

Y caminas por una calle llena de casas adosadas y caras paralelas cuando te das cuenta de que la persona que se aproxima no tiene perro ni hace footing, ni siquiera va en bici o monopatín ni lleva ropa de fiesta, va vestido de manera normal pero no hay nada normal en esa situación. No puedes escapar del extraño que se acerca. Es alto y fuerte, o al menos mas que tu... Lleva capucha y camina con decisión. 

A ver...no hay que temer nada, si no le haces ni dices nada no pasará nada ¿no? 

Espera ¿Eso que brilla es un cuchillo? ¿Una navaja? Hay madre.

El chico, porque queda confirmado que es un chico, te golpea el hombro derecho al pasar. Y tu sueltas una exhalación. Mierda. Pero eso no hubiera pasado si tu no hubieras tropezado con tus torpes pies y hubieses invadido su espacio vital.

- Lo siento mucho, ¿Estás bien?

-¿Eh?

Venga, espabila, que te está hablando.

-Si, si estoy bien, no pasa nada, ha sido culpa mía. Soy una torpe de mierda.

El sonríe y tu también, aliviada, ¿De verdad pensabas que este chico podía ser peligroso? ¡Si es precioso!

Menudos ojos, menudos brazos... ¿Y esa sonrisa? Ah si, eso era lo que brillaba. Esa sonrisa es capaz de alumbrar a la ciudad entera. 

Y es ahora cuando te das cuenta de que el karma existe y que una cosa mala puede llevarte a una cosa maravillosa. Solo hay que tener paciencia y aguantar.