Volvamos a los trece.

He estado reflexionando mucho ultimamente (aunque también he estado ocupada estudiando) y me he dado cuenta de que todas (al menos las chicas si) queremos lo mismo, porque, al fin y al cabo, todos somos iguales, seres humanos, unos mas débiles, unos mas guapos, otros mas feos... pero iguales en esencia.

Todas las chicas queremos un chico a nuestro lado que nos proteja, nos cuide y  nos diga cosas bonitas. Que sea guapo y tenga inversiones de futuro ¿verdad?

Pues no. Yo no quiero eso. Al principio de mi adolescencia si, como todas alguna vez, pero ahora solo quiero a un chico que valga la pena; alguien que me quiera de verdad y que esté siempre ahí para mi, alguien real que me ayude a levantarme cuando me caiga.

Todos queremos tener un montón de amigos, ir a fiestas, conocer mas amigos y ser populares. 

Hay quien dirá que no quiere eso. Vale, quizá ahora no lo quieras, pero no me engañas, todos alguna vez lo hemos querido, es como un sueño de la adolescencia ¿A que si?

Pues no. No y no. Yo nunca he querido ser popular (¡Que verguenza!), si he querido ir a alguna fiesta para saber qué se siente al bailar con la músixa muy alta olvidando los problemas un instante. 

Pero tampoco he querido tener muchos amigos, sobre todo porque, en la fiesta van a estar borrachos y no se van a acordar ni de mi nombre y, también porque no me gusta tener muchos amgos, porque no existe el tener muchos amigos. Eso de 'yo hablo con todo el mundo' es de ser una persona falsa porque no puedes (ni pueden) caerte bien todo el mundo.

A mi con tres o siete buenos amigos me vale. Porque mientras siempre tengan una sonrisa para mi y ganas de verme será mas que suficiente.

Cuando somos mas pequeños, a la edad de doce años, por ejemplo, todos idealizamos la adolescencia, ya sea gracia a las series de televisón que vemos, a lo que nos dicen, o porque pensamos que crecer es lo mejor del mundo. 

Ja!

Que error tan grande ¿no? ¿Que tiene de bueno crecer?

Aumentan tus responsabilidades, aumenta la dificultad en varios aspectos de la vida, te exigen el doble... En fin, que yo prefería seguir siendo una niña con muchos pajaros en la cabeza, con miles de ilusiones y sentimientos y sobretodo, siendo ingenua, porque no hay nada mejor que la ignorancia, en serio, cuanto mas sabes mas tormentosa será tu vida. 

Si no te crees nada de esto, puedes hacer una encuenta, haber qué te responden.