Me he vuelto adicta.
Al azul (de tus ojos).
A ti.
A no poder pasar ni un minuto sin saber si estás bien si necesitas algo...
Porque yo si te necesito a ti.
Y a mi.
A los dos.
Formando una burbuja incandescente que se apaga con los primeros rayos del sol, al alba.
Y que poético es todo ultimamente ¿no?
Y que guapo estás de repente ¿no?
Mas que antes si es que eso es posible.
Con solo una sonrisa me vuelves mas loca que a Juana.
Con eso te lo digo todo y no te digo nada.
Como dos gotas de agua.
Como el sol amaneciendo un frío día de Enero.
Como el agua caliente una noche de Noviembre.
Como los besos que me dabas mientras yo te untaba en nata sobre la cama.
Que el invierno está pasando y tu todavía no has llegado (a cumplir las promesas que me promiste un día y que yo creí como tonta).
Porque al fin y al cabo es eso, el amor nos vuelve tontos. En mi caso, peor de lo que ya lo estaba.
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